Esta semana se conmemora el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que forma parte de la estrategia global de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en esta materia. Entre los riesgos laborales emergentes, la OIT destaca las mayores cargas de trabajo o su intensificación a raíz de los recortes de plantilla, realidad muy cercana en el sector financiero por la reestructuración vivida y que sigue implicando la destrucción de miles de puestos de trabajo.
La presión por el cumplimiento de objetivos comerciales, así como la derivada de la sobrecarga diaria de trabajo está afectando significativamente la salud física y mental de las plantillas del sector, que somos tratados cada vez con mayor frialdad, y que nos sentimos como al caminar sobre el hielo a punto de resquebrajarse. Parece que los empleados nos hemos convertido solo en números, porcentajes y estadísticas. FINE exige medidas reales para redistribuir el trabajo en jornadas coherentes que no supongan que las plantillas se desangren por tener que levantar una persona el trabajo correspondiente a todo un equipo.
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Este duro momento laboral se enquista, se vuelve eterno. No importa la época del año en la que estemos, los objetivos anuales se convierten en trimestrales, éstos en mensuales y así cada semana, día a día. Ante esta carga de trabajo y con la coyuntura económica del país, que empeora nuestras condiciones laborales, desde FINE insistimos en nuestra demanda a las patronales -AEB y CECA- de una respuesta inmediata a la compensación económica solicitada por la pérdida de poder adquisitivo, en un sector en el que los directivos no hacen sino aumentar exponencialmente sus salarios, mientras que los empleados nos empobrecemos.
Vivimos sometidos a jornadas cada vez más extensas y cargadas de trabajo y constantemente presionados por el cumplimento de objetivos comerciales, aunque esto no parece preocupar a los directivos. La pérdida de tiempo derivada de la permanente encadenación de reuniones, algunas altamente ineficientes, implican que el volumen de trabajo no pueda gestionarse de manera óptima en la jornada establecida, por la asistencia a estas convocatorias. Desde FINE demandamos respeto por el personal de plantilla, por su tiempo de trabajo, vital para el eficaz cumplimento de las metas marcadas por la dirección, y por su tiempo libre.
En materia de seguridad y salud laboral, no debemos olvidar el esfuerzo titánico de las compañeras y compañeros del sector, durante la contingencia derivada de la pandemia por Covid-19 y hasta el día de hoy, que han empujado los resultados en nuestras organizaciones por encima de lo previsto. Desde FINE, ahora que el uso de mascarilla en los lugares de trabajo ha dejado de ser obligatorio, estaremos vigilantes para que el cumplimiento de la norma no suponga un riesgo para nuestra seguridad y salud y queremos solicitar respeto tanto para las personas que quieran dejar de usarla, como para aquellas que, vigilantes de su propia salud o de la de sus seres queridos, decidan seguir llevándola en nuestras instalaciones.
¡FINE, A TU LADO!
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