Valerie Rodríguez, directora de recursos humanos, aconseja no compartir demasiados detalles personales con los jefes.
Rodríguez dice que compartir cosas como los planes de fin de semana y los problemas personales puede perjudicar más que ayudar.
Este artículo se basa en una entrevista con Valerie Rodríguez, directora de recursos humanos de 31 años en Nueva Jersey, Estados Unidos. La conversación se ha editado por motivos de extensión y claridad.
Llevo 10 años trabajando en Recursos Humanos, sobre todo colaborando con directivos de empresas para promover mejores prácticas. Soy responsable de que la gente se sienta vista, escuchada y aceptada en el trabajo.
En el entorno de trabajo moderno, se anima a las personas a ser ellas mismas y a no preocuparse por lo que piensen los demás. Muchos empleados creen que si son aceptados en el trabajo, es genial. Y si no lo son, entonces a lo mejor el trabajo no está hecho para ellos.
Gracias a este cambio, cada vez más empleados se sienten capaces de aportar todo su ser al trabajo. Esto puede llevarles a veces a compartir información que no deberían, lo que puede ponerles en una situación incómoda en el futuro por haber revelado demasiado.
Aquí van tres cosas que nunca le diría a mi jefe, porque pueden perjudicarte más que ayudarte.
1. Tus planes para el fin de semana
Yo tendría cuidado a la hora de compartir tus planes de fin de semana, sobre todo si implican ir a un concierto, salir de fiesta, ir a raves o cualquier cosa que pueda hacer pensar a tu jefe que eres irresponsable o imprudente.
Hace poco, una amiga me contó que se había ausentado del trabajo por enfermedad y, cuando volvió, corrió el rumor de que probablemente estaba en un concierto o en una fiesta.
Cuando le pregunté por qué la gente hacía esa suposición, me dijo que en el pasado le había dicho a su jefe que le encantaba ir a conciertos, así que supusieron que eso era lo que estaba haciendo.
Le dije a mi amiga que estaba mal que su jefe llegara a esa conclusión y la compartiera con los demás, pero también le aconsejé que pecara de precavida y fuera más reservada con sus planes de fin de semana.
Algunos jefes relacionarán lo que haces fuera del trabajo con tu comportamiento dentro del trabajo, y eso es algo que no quieres. Puede estar bien compartir cosas positivas, responsables o alentadoras que te hagan quedar bien, pero no le digas a tu jefe: "Anoche me emborraché mucho".
2. Problemas personales en casa
Otra cosa que he visto volverse en contra de la gente repetidamente es cuando llevan a sus jefes a pensar que no están concentrados o que su cabeza está en un problema personal en lugar de en el trabajo.
Por ejemplo: "Acabo de discutir con mi compañero y me está volviendo loco. Hemos discutido sobre X, Y y Z, y por eso no estoy de buen humor". Eso abre la puerta a que tu jefe asuma que no puedes separar el trabajo de tu vida personal.
No querrás que tu jefe llegue a la conclusión de que el caos en casa te incapacita para tu puesto o de que es demasiado para ti.
Para ser justos, todos somos humanos, no robots. A veces pensamos en los problemas familiares en el trabajo, pero hay que tener cuidado con lo que compartimos. Si tu jefe ha establecido que todos los miembros del equipo pueden compartir cosas personales, puede que sea un espacio más seguro.
Si necesitas tomarte un tiempo personal, no pasa nada por decir que tienes una emergencia personal. Ten en cuenta que no siempre tienes que explicar cuál es exactamente tu emergencia. Cada empresa ve esto de manera diferente, pero, en general, puedes ser ambiguo.
3. No te gusta tu compañero de trabajo por su personalidad
Si no te gusta un compañero de trabajo porque es insoportable, difunde cotilleos o por cualquier otra cosa relacionada con su personalidad, yo evitaría compartirlo con tu jefe.
También debes evitar decir cosas como "odio la forma en que se ríe ese compañero de trabajo" o "viste fatal", etc. Si algo de tu compañero no es de tu preferencia, no es apropiado compartirlo.
Yo tampoco le contaría a un compañero de trabajo estas cosas sobre otro compañero. Por desgracia, a la gente le gusta hablar y puede compartir lo que has dicho con otras personas, incluido tu jefe. No sabes qué hará tu jefe con esa información y puede parecer que te estás centrando en lo que no debes. En última instancia, puede hasta parecer que no encajas bien en el equipo.
Ahora bien, la cuestión es la siguiente: si tu compañero de trabajo no cumple los plazos de entrega, no es fiable o no cumple determinadas expectativas y crees que tienes que comunicárselo a dirección, creo que puede ser apropiado.
Mi consejo es que tengas cuidado con lo que compartes en el trabajo: piensa en lo que dices antes de decirlo. He visto a personas que comparten algo, se dan cuenta rápidamente de que no pueden retractarse y luego se sienten incómodas en el trabajo o sus compañeros sienten incomodidad trabajando con ellas. Ocurre más a menudo de lo que crees.